viernes, 21 de noviembre de 2008

Palabras

Hoy escribo con mucha tristeza en mi corazón. He sido decepcionada de nuevo. Ésta vez por una persona en la que confiaba: Mi madre. Duele mucho todo esto. Definitivamente no hay en quien confiar.

Hace días empecé a elaborar una teoría: Ciertas palabras persiguen a las personas toda su vida. La mía es Confianza. Me decepcionan porque confío mucho. Ahora sé que no hay nadie en quien confiar. No hay lugar de apoyo, ni alguien que me dé refugio. No sé porque estoy aquí.

Quisiera huír ahora que sé que hay palabras que no han sido hechas para mí. Felicidad, alegría, confianza, paz... no me acompañan. No me duran mucho y ya me cansé de estar a la deriva, sin poder estar tranquila y segura. Sin tener a quien acudir. No quiero estar aquí por más tiempo.
No tengo ganas de resistir. De nada.

Oyendo: Nada, estoy en cura de silencio

viernes, 24 de octubre de 2008

Somos prescindibles, pero irremplazables

Esta es una de las primeras teorías que propongo. En éste tiempo que estado fuera de contacto de una persona con la que viví muchos momentos importantes, he pensado que, después de ésta separación brusca que tuvimos, he podido seguir sin él. Y es que somos prescindibles, pero irremplazables.
Me explico. Me refiero a prescindibles ya que ambos hemos podido continuar nuestras vidas sin necesidad del otro. Nos adaptamos a nuevas rutinas en las que omitimos la presencia del otro. Llenamos tiempos y espacios con actividades en las quizás antes participábamos juntos. Tenemos más tiempo para hacer cosas que no podíamos mientras estábamos unidos.
La palabra clave en ésta parte es adaptación. Sabemos que el ser humano es moldeable y reconfigurable, y es ésta cualidad la que se sale a relucir aquí. Darte cuenta un día que ésa persona importante en tu vida (sea novio, madre, padre, amigo o incluso mascota) falleció, se mudó, la ves a veces o has perdido el contacto con ella y notar que ya no te afecta tanto como al día siguiente, a la semana o al mes del hecho que los distanció. Eso es adaptación, que pronto te lleva a la madurez.
Al hablar de irremplazables me refiero a que, si bien hemos reconstruido nuestra vida sin dicha persona, no encontraremos otra que nos haga sentir de la forma en que nos sentíamos con ella. Esta parte de mi teoría se apoya en que somos únicos. No hay nadie como tú o yo en éste mundo. Cada parte de nosotros en irrepetible en otro ser. Tu sonrisa, el tono de tu voz, sentido del humor, caminar, conocimientos, temas de conversación, formas de sentir y ser, son únicos.
Es así como llegué a la conclusión de que, si bien la otra persona encontró a alguien para cubrir el "hueco o vacío" espacio - temporal que dejaste, no encontrará a alguien igual a ti o viceversa. Tal vez alguien similar, pero siempre faltará algo que los diferenciará. Pero la tristeza no cabe aquí. La añoranza menos. Sólo saber que esos momentos que vivieron son irrepetibles, pues la combinación que hacían no existe ni existirá más, los hace tesoros invaluables.
Oyendo "Todo lo demás" de Andrés Calamaro (al que veré pronto)
Puedo presumir de poco porque todo lo que toco se rompe.
Te presté un corazón loco que se dobla con el viento y se rompe.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Tengo ésa palabra que no me deja avanzar

Me siento prescindible, inútil, sobrante, ridícula, estúpida, torpe, inmadura, incapaz, lesionada, vulnerable, triste, fastidiada, lenta, quedada, apagada...
Siento que esa palabra domina todos mis actos, que no me deja ser, no me deja avanzar. Me he perdido muchas cosas por eso y no sé que hacer.
Tengo miedo. Eso tengo.
A que me rechaces si trato de hablarte, a perder, a intentar, a arriesgar, a ser feliz, a disfrutar las cosas, a que todo se acabe, al amor, a dar, a sufrir, a que todo esté bien, pues me parece sospechoso. Es una contradicción, pero también a morir sin hacer las cosas que quisiera, sin embargo no las intento por eso.
Me estoy perdiendo de muchas cosas que merezco porque soy valiosa por eso. Siento que no vivo y sólo existo, y eso me deprime a niveles tan profundos que sólo yo sé que tanto es.
Por miedo, todo por esa palabra que no me deja avanzar.
Oyendo "Imagenes retro" de Soda Stereo

domingo, 28 de septiembre de 2008

Limitaciones

Detesto no poder acercarme a mis amigos para felicitarlos. El hecho que aún me importes, que aún me fastidie verte. No quiero pensar si a ti te pasará lo mismo. Si me extrañas, si quisieras mirarme como antes, oír mi voz como yo la tuya, pero no esa voz fría y seca, sino de la que me enamoré. Esa voz decidida que me impresionaba. Esa voz tierna que me sorprendió y emocionó diciendo las palabras que ya no recuerdo o no quiero recordar.
Se han borrado muchas palabras, gestos, momentos, días enteros. A veces aparecen porque algo me hace recordarlos y aun me duele la duda de pensar si fue verdad. He bloqueado recuerdos sin darme cuenta, tal vez esperando que dejen de doler. Los días en que vuelven lo hacen por momentos o de lleno todo el día.
A pesar de todo esto no sabes como me gustaría contemplarte como lo hacía, mirándote cuando no te dabas cuenta, fascinándome por cada parte de ti. Queriéndote así, imperfecto. Las veces que se da, lo hago. Te miro y me quedo enamorada de nuevo.
Pero tengo miedo. Miedo a que me hables de manera distante, que me rechaces, que me alejes con tus palabras o tus gestos que ahora son tan fríos, que me laceran. Me encuentro con cosas que te gustan y quisiera decirte que me emociona que tu equipo siga ganando, que ganaste el concurso de danzas, que vi una película que te gustaría o una chompa que te quedaría bien, pero el miedo me vence. Miedo a que sigas decepcionándome y al rechazo que nuevamente no soportaría.
Sigues con ese semblante distraido y desprotegido que tanto me gusta. Caminando rápido, mirando alerta a tu alrededor como si tuvieras miedo a un ladrón. No sé cuánto más dure este sentimiento. Lo que más quiero es que dejes de importarme, dejar la ansiedad de encontrarte atrás. Poder hablar contigo un día sin que todas los porqués me cubran como avalancha. Hablar de cualquier cosa menos ese tema que tanto me lastima ahora.
No quiero especular sobre ti, pero verte tan tranquilo por ahí me hace pensar que no te importa nada ésta situación que todavía no hemos terminado. No me refiero a volver, sino al hecho de ya no ser nada, al hecho de la separación tan brusca. Si no haces nada, pensaré que nunca te importé y que sólo yo debo elaborar todo. No soy la única culpable, eso debes saber. Si no haces nada me decepcionarás más, aunque tal vez no te importe que pienso de ti.
Nadie es indispensable, pero tampoco es bueno dejar libros abiertos. ¿Es una lucha de orgullos o de miedos? En mi caso es miedo.
Oyendo "En éste río" de Fuera del Resto

jueves, 25 de septiembre de 2008

Las cosas que aprendí hasta hoy

A no acostumbrarme a nada porque no sabes que puede pasar.
A hacer las cosas diferentes cada día, aunque sean las mismas cosas.
A sonreír aunque este triste.
A desconfiar.
A no creer en el amor.
A no dar tanto.
A valorarme más.
A ver que los que no me aceptan como soy se pierden de muchas cosas.
A distraerme.
A dejar especular (al menos no tanto).
A tener miedo a amar porque no me gusta sufrir.
A pensar que tal vez no hay nadie para mí.
A no esperar nada de nadie para evitarme la decepción.
A vivir un día a la vez sin pensar que todos serán iguales.
A cuidar mi corazón.
A darme cuenta de lo que tengo... en todos los ámbitos.
A ser imperfectamente especial.
A saber que me falta aprender más.

Oyendo "Sin aliento" de Danza Invisible

domingo, 14 de septiembre de 2008

Cuando se cruzen nuestros días...

No me preocuparé por el futuro sólo en que soy feliz contigo
Te miraré a los ojos cada vez que te hable
Te diré Te quiero muchas veces al día de todas las formas posibles
Te besaré sin importar si hay gente alrededor
Te envolveré con mis brazos para darte los besos más dulces
Te contemplaré
Te aceptaré tal y cómo eres
Le diré a todos cuánto te quiero y te presentaré con orgullo
Me maravillaré con cada detalle tuyo hacia mí
Hablaré cuando algo me incomode y te oiré si quieres decirme algo
Simplemente disfrutaré cada segundo como si fuera el último contigo o sin ti
Mi tiempo en la Tierra no debe ser en vano
Espero encontrarnos sin esperar, sólo viviendo

Oyendo "Acaba de nacer" de GIT

martes, 12 de agosto de 2008

En piloto automático

Quisiera decirte muchas cosas más que tengo guardadas aquí dentro, pero sé que no las quieres oír. Te has cerrado ante la posibilidad de oírme. Ya no sé si fui yo la culpable o fuiste tú, sólo sé que no debí oír ésas palabras que rebotan en mi interior ahora. Es lo único que puedo recordar de todo lo que me has dicho y no sabes cómo duele.

Nunca lo verás ni sabrás. Desde hoy me pondré en piloto automático. Seré una carcaza de la realidad. Una pequeña Yo dominará mis actos. Una que me haga sonreír, bailar, hablar, conversar, vivir de la manera más amena y divertida, aunque por dentro siga sangrando y preguntándome ¿Por qué dejaste de quererme cuando más te quería?

Si te encuentras con esa Yo, posiblemente te salude, pero en verdad lo único que seré será una máscara para que no veas como sufro, como lloro aún y como te odio por dejar de quererme. Golpearé mi interior con mis gritos y lo inundaré con mi llanto, pero tú solo verás que sonrío con otra gente. Contigo ya no tengo ganas de sonreír, ganas de nada.

No sé como puedes ser tan frío y de la nada decirme eso. “Yo también lo pasé” pero tú eres hombre, ¡estúpido! No sé quién eres y ahora tú tampoco sabrás quien soy, porque la Yo Real estará tras la carcaza de mí. Seré hipócrita, falsa, así tal vez algún día me crea esa mentira de que se puede ser feliz. Ese dolor de panza que me produces espero se vaya pronto, igual me queda el antiácido para matar el recuerdo… ¿queda algún recuerdo? Acabo de notar que no queda nada. “Mejor así”, responde la Yo Real.

Oyendo "Giggling again for no reason" de Alanis Morissette (Ando medio Alanis estos días)

viernes, 1 de agosto de 2008

Una vez al día (160708)

A continuación, un poema inspirado por ese chico que me rompió el corazón.

Una vez al día me doy cuenta que estoy olvidando tu voz
una vez al día me asaltan las palabras que dijiste
tu rostro, tu sonrisa
una vez al día al escuchar un lugar al que fuimos
no puedo evitar perder el aire y suspirar
una vez al día me quedo mirando al vacío
una vez al día, sola en mi habitación
suelto una lágrima recordando lo que no volverá a ser igual
una vez al día salgo del aula ansiosa recordando porque no iré a la biblioteca
una vez al día extraño tu olor y tu cercanía
una vez al día me pregunto donde estas y que estarás haciendo
una vez al día muestro mi verdadero estado de ánimo, la tristeza
una vez al día me digo que no merezco estar triste, pero no es suficiente
una vez al día la nostalgia de lo que pasó me invade y no puedo escapar
una vez al día camino sintiendo que algo me falta
que tengo un hueco en el pecho
una vez al día pienso en que cometí muchos errores y por eso ya no estás
una vez al día
todos los días
no sé hasta cuando
¿y tú?

Cada día me siento menos como éste momento, pues ahora no sé de quien estuve enamorada. No sé quien eres en verdad. Si lo que mostraste eras tú o quien yo pensé que eras no existe.

Oyendo: "La mitad del amor" de Andrés Calamaro

Reactualización

Después de tiempo actualizo mi blog. Ha pasado mucha, mucha, demasiada agua bajo el puente. Wao! Un año sin escribir. En resumen diré que me enamoré de nuevo, me rompieron el corazón de nuevo y aquí estoy, curándome de nuevo.

Tal vez en el futuro dé más detalles. Depende cómo evolucionen los acontecimientos.

Oyendo: "Noche" de La Oreja de Van Gogh