lunes, 29 de septiembre de 2008

Tengo ésa palabra que no me deja avanzar

Me siento prescindible, inútil, sobrante, ridícula, estúpida, torpe, inmadura, incapaz, lesionada, vulnerable, triste, fastidiada, lenta, quedada, apagada...
Siento que esa palabra domina todos mis actos, que no me deja ser, no me deja avanzar. Me he perdido muchas cosas por eso y no sé que hacer.
Tengo miedo. Eso tengo.
A que me rechaces si trato de hablarte, a perder, a intentar, a arriesgar, a ser feliz, a disfrutar las cosas, a que todo se acabe, al amor, a dar, a sufrir, a que todo esté bien, pues me parece sospechoso. Es una contradicción, pero también a morir sin hacer las cosas que quisiera, sin embargo no las intento por eso.
Me estoy perdiendo de muchas cosas que merezco porque soy valiosa por eso. Siento que no vivo y sólo existo, y eso me deprime a niveles tan profundos que sólo yo sé que tanto es.
Por miedo, todo por esa palabra que no me deja avanzar.
Oyendo "Imagenes retro" de Soda Stereo

domingo, 28 de septiembre de 2008

Limitaciones

Detesto no poder acercarme a mis amigos para felicitarlos. El hecho que aún me importes, que aún me fastidie verte. No quiero pensar si a ti te pasará lo mismo. Si me extrañas, si quisieras mirarme como antes, oír mi voz como yo la tuya, pero no esa voz fría y seca, sino de la que me enamoré. Esa voz decidida que me impresionaba. Esa voz tierna que me sorprendió y emocionó diciendo las palabras que ya no recuerdo o no quiero recordar.
Se han borrado muchas palabras, gestos, momentos, días enteros. A veces aparecen porque algo me hace recordarlos y aun me duele la duda de pensar si fue verdad. He bloqueado recuerdos sin darme cuenta, tal vez esperando que dejen de doler. Los días en que vuelven lo hacen por momentos o de lleno todo el día.
A pesar de todo esto no sabes como me gustaría contemplarte como lo hacía, mirándote cuando no te dabas cuenta, fascinándome por cada parte de ti. Queriéndote así, imperfecto. Las veces que se da, lo hago. Te miro y me quedo enamorada de nuevo.
Pero tengo miedo. Miedo a que me hables de manera distante, que me rechaces, que me alejes con tus palabras o tus gestos que ahora son tan fríos, que me laceran. Me encuentro con cosas que te gustan y quisiera decirte que me emociona que tu equipo siga ganando, que ganaste el concurso de danzas, que vi una película que te gustaría o una chompa que te quedaría bien, pero el miedo me vence. Miedo a que sigas decepcionándome y al rechazo que nuevamente no soportaría.
Sigues con ese semblante distraido y desprotegido que tanto me gusta. Caminando rápido, mirando alerta a tu alrededor como si tuvieras miedo a un ladrón. No sé cuánto más dure este sentimiento. Lo que más quiero es que dejes de importarme, dejar la ansiedad de encontrarte atrás. Poder hablar contigo un día sin que todas los porqués me cubran como avalancha. Hablar de cualquier cosa menos ese tema que tanto me lastima ahora.
No quiero especular sobre ti, pero verte tan tranquilo por ahí me hace pensar que no te importa nada ésta situación que todavía no hemos terminado. No me refiero a volver, sino al hecho de ya no ser nada, al hecho de la separación tan brusca. Si no haces nada, pensaré que nunca te importé y que sólo yo debo elaborar todo. No soy la única culpable, eso debes saber. Si no haces nada me decepcionarás más, aunque tal vez no te importe que pienso de ti.
Nadie es indispensable, pero tampoco es bueno dejar libros abiertos. ¿Es una lucha de orgullos o de miedos? En mi caso es miedo.
Oyendo "En éste río" de Fuera del Resto

jueves, 25 de septiembre de 2008

Las cosas que aprendí hasta hoy

A no acostumbrarme a nada porque no sabes que puede pasar.
A hacer las cosas diferentes cada día, aunque sean las mismas cosas.
A sonreír aunque este triste.
A desconfiar.
A no creer en el amor.
A no dar tanto.
A valorarme más.
A ver que los que no me aceptan como soy se pierden de muchas cosas.
A distraerme.
A dejar especular (al menos no tanto).
A tener miedo a amar porque no me gusta sufrir.
A pensar que tal vez no hay nadie para mí.
A no esperar nada de nadie para evitarme la decepción.
A vivir un día a la vez sin pensar que todos serán iguales.
A cuidar mi corazón.
A darme cuenta de lo que tengo... en todos los ámbitos.
A ser imperfectamente especial.
A saber que me falta aprender más.

Oyendo "Sin aliento" de Danza Invisible

domingo, 14 de septiembre de 2008

Cuando se cruzen nuestros días...

No me preocuparé por el futuro sólo en que soy feliz contigo
Te miraré a los ojos cada vez que te hable
Te diré Te quiero muchas veces al día de todas las formas posibles
Te besaré sin importar si hay gente alrededor
Te envolveré con mis brazos para darte los besos más dulces
Te contemplaré
Te aceptaré tal y cómo eres
Le diré a todos cuánto te quiero y te presentaré con orgullo
Me maravillaré con cada detalle tuyo hacia mí
Hablaré cuando algo me incomode y te oiré si quieres decirme algo
Simplemente disfrutaré cada segundo como si fuera el último contigo o sin ti
Mi tiempo en la Tierra no debe ser en vano
Espero encontrarnos sin esperar, sólo viviendo

Oyendo "Acaba de nacer" de GIT