miércoles, 13 de octubre de 2010

Inútil

¿Hablar?
¿De qué sirve hablar?
Si lo único que quiero es echarme en el suelo y oír el silencio
mientras algunas lágrimas caen silentes por ambos lados de mis ojos
y llegan a mis oídos para que yo oírlas en ellos

¿Sonreír?
¿Para qué sonreír?
Si nadie reconoce el verdadero significado de mi sonrisa
en la que no se distingue la máscara que a veces no logro manejar
y mis manos cubren mi boca para ocultar la mentira

¿Latir?
¿Por qué late mi corazón?
¿Aún late después de haber sido despedazado tantas veces
cuando antes era mi músculo favorito pues me hacía saber que vivía
y ahora no es más que masa inerte en mi pecho?

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Hace un año exactamente empezaste a destrozarme el corazón y no has dejado de hacer aunque no te veo hace meses. Ya nada es igual. No sonrío igual, no sueño, no respiro, no vivo. Sobrevivo y aún no sé porqué.

Poco me importa quienes lean esto y que tú nunca lo leerás. Sólo quiero decir que a nadie he amado tanto y con tanto desinterés, ganas, fuerza y ternura y a su vez me ha hecho más daño en toda mi vida.

He quedado discapacitada para amar y lo único que pienso es algo que no ocurrirá porque nunca entendiste cuánto te podía amar y que nadie lo hará como yo. Créeme si te digo que no habrá nadie con quien coincidas en tantas cosas y temas, y que acepte tus manías con la ternura y paciencia con que yo lo hice.

Nunca quise un cuento de hadas, sabía que no eres perfecto y así te aceptaba. Me enseñaste que podía ser feliz y al irte todo ello desapareció... como yo voy desapareciendo cada día.

sábado, 5 de junio de 2010

Gimmi frídom, gimmi fáier

Sí, ésta canción me gusta. Es pegajosa y concuerdo con mi amiga Fiorella con que no pasa nada con la canción de la cada vez más descaderada Shakira. Mas no es sólo la canción lo que me gusta, me gusta el fútbol. Quienes me conocen saben que soy hincha a morir de Alianza Lima, al comienzo por tradición familiar pues mis hermanas son de Alianza desde que se cayó el Fokker (1987), pero mi relación amor-odio con el fútbol es mucho más antigua.

El primer Mundial que recuerdo es el de USA 94'. Mi papá estaba de post operatorio y yo lo acompañaba moviendo mi bandera de Brasil hecha con papel cuadriculado. Entonces creía que Brasil lo podía todo y, en efecto ganaron esa copa confirmando mi hipótesis infantil. Romario, Batistuta, Bebeto, Baggio son los nombres que aparecen en mi cabeza. ¡Cuando Baggio se falló el penal! Porque en mi casa también le íbamos a Italia pues mis hermanos están allá. Se acabó ese Mundial y se acabó mi interés futbolero. Obvio, ya sabía quiénes eran Pelé y Maradona, mas no figuraron en éste torneo.

Si del anterior campeonato no recordaba la canción, de Francia 98' mi primer recuerdo es Ricky Martin precediendo a Shakira en el movimiento de caderas y el Alé, alé, alé pegajoso de "La copa de la vida". Para esa época había estudiado algo de francés y según yo iba aprender más viendo los partidos. ¡Ja! Bien posera yo, tenía mi fixture y miraba los partidos de Francia, Brasil e Italia. Estaban Sapaio ("Zampado" para mí), Romario, Salas (que me caía mal), Zidane (Ah, Zidane), Henry jovencito y mi hermana babeando por Di Biagio. Francia ganó todo ese año, sobretodo me bajó a Brasil y yo no practique francés.

¿Dos países anfitriones del Mundial? Habrá que ver eso. Así vi Corea-Japón 2002. Estaba más grande y confieso que no veía con mucho interés el partido sino a los jugadores, entre ellos Raúl y Beckham, del cual decía que era el esposo de la Spice Girl. Aquí empecé a decir "El fútbol es aburrido, ¿cómo puede ser interesante ver a 22 personas correr tras una pelota? No pasa nada". Ni siquiera vi la final. Para esto ya había olvidado que era Alianza Lima y sólo lo recordaba con los Clásicos.

Una mañana prendí la televisión y en un canal local dijeron "Raúl amenaza el arco". Era la Euro Portugal 2004. Me quedé pegada a la pantalla. De esa época recuerdo que me aprendí los nombres de todos los jugadores de Grecia, España, Francia, pero descubrí un país del que no conocía su fútbol: Portugal. Ese año Beckham se falló el penal contra ellos y rememoro el salto de alegría de Richi, el arquero de ese país. Figo, Simao, Postiga, un aún inocente Cristiano Ronaldo y mi amor platónico: Deco, mi chino chato Deco. Después noté que no era tan chato, pero ya no le pude quitar el sobrenombre. La tristeza me invadió cuando perdieron ante Grecia. A la semana me olvidé.

Para Alemania 2006 y la Euro Austria-Suiza 2008 estaba en la universidad y apenas podía ver los partidos. En los intermedios de las clases, muchos varones corrían a la cafetería y veían los partidos o resúmenes, preguntaban quién iba ganando y la hora de almuerzo era una locura porque nunca se vaciaban las mesas y no se podía comer. El cabezazo en defensa del honor de la madre y hermana de Zidane es mi mayor recuerdo de Alemania 2006. Una pena. Seguía buscando entre los partidos a Portugal y no entendía porqué no estaba Inglaterra en la Euro.

Hace dos años no sabía que era un offside ni porqué cobraban tiro libre y no de esquina y casi le fui infiel a Alianza con el San Martín (Merezco la excomunión por ello). Es más, aposté al Manchester en la Champions 2009. Inexperta yo, decidí, guiada por el amor, aprenderme todos los equipos, DT's y demás de cada país del mundo para no pasar vergüenza con mi enamorado. No me los aprendí, pero sí me dí cuenta que me gusta el fútbol más de lo que pensé me gustaría en mi vida hasta hoy.

Ahora hablo de fútbol con mi papá, que me mira como a Lady Oscar cuando le comentó los partidos (Él es de la U), no me pierdo un partido de Alianza Lima por la televisión o radio y me desgañito con los goles (además de soñar con ir al Matute), entendí la diferencia entre Champions League y Europe League, me ví los partidos de la Libertadores hasta que botaron injustamente a mi equipo, veo los programas deportivos del fin de semana, pero sobretodo espero con ansias el 11 de junio a las 6.30 am que inicia el Mundial Sudáfrica 2010 más que el cumple de mi papá que es el 10. ¡Y quiero mi Zakumi de peluche!

Oyendo "Uh-huh" de Munchausen by Proxy
Hey, did you ever meet my friend Ian? He's a computer hacker. He helped me erase your MySpace Page and your band's MySpace Page, and your FaceBook Page. Happy networking, asshole!

lunes, 31 de mayo de 2010

Palabras de sus sombras


Algunas frases de la obra "La sombra" de Guillermo Castrillón

"La gente puede decir lo que quiera de mí. Lo que realmente soy, eso me lo guardo para mí"
"Quieras o no, siempre es necesaria una máscara"
"No es bueno ni malo. No es verdadero ni falso. Es sólo lo que tienes dentro"
"Lo único que quiere la gente es estabilidad"
"La escucho reírse de mí y aprendo a reírme con ella"
"Entonces debo llegar a lo más oscuro de mí para ver la luz"

Oyendo "Sin prisa" de Vega
Vivir sin prisa, vivir mis días, vivir, vivir mi vida con la música dentro de mí

viernes, 28 de mayo de 2010

"Rica y apretadita"

Estimado lector, le pido que preste atención a la siguiente canción del filósofo panameño Edgardo Franco, más conocido en las discotecas, polladas y fiestas de quinceañero como El General, la cual da título al post.


No tengo cuerpo de modelo, mido 1.65 cm y según yo paso como chica promedio, pero una busca compensarlo con eso de "La belleza se marchita. Lo que queda es el conocimiento" que mis hermanas me machacaron desde niña. Crecí viendo en novelas a Thalía y Bibí Gaytán, las cuales tenían a todos babeando sin hacer sinapsis siquiera. En algún momento dejé de "admirarlas" y empecé a odiarlas por esos cuerpos de infarto que se manejaban, más que nada porque se quedaban con el chico más guapo y millonario. Empecé a odiar a las ricas y apretaditas. 

Años más tarde y experiencias de la vida real después, noté algo en contra de éstas chicas: Muchos chicos no las toman en serio. Tal vez es un prejuicio que tengo con ellas, sin embargo, se ha cumplido muchas veces. Las tienen como adorno para jactarse con sus amigos o para una noche de pasión, pero a la familia rara vez se la presentan. Claro, hay varios tipos de "Ricas y apretaditas" y algunas que logré conocer son: 

- Ella se sabe con un cuerpo increíble y lo usa a su favor para hacer que el chico gaste o “invierta” en ella. Va de fiesta en fiesta buscando a su víctima. Casi siempre el chico es fácil de manejar y ni se da cuenta porque se cree premiado que una chica así se haya fijado en él. 
- Ella sabe que cuando entra en algún lugar desvía miradas, más reconoce que ello no le durará siempre y cultiva sus aspectos cognitivos y culturales. Es dueña de una personalidad centrada e ignora los piropos superficiales, alegrándose si un chico ve más allá de lo evidente y la toma en serio por ello. 
- Ella desconoce que posee un cuerpo envidiable porque en su entorno nunca le dijeron que era bonita y se empeñaron en decirle que debía resaltar sus conocimientos. Se pierde en bibliotecas y posiblemente esté esperando a su príncipe que la rescate del letargo. 
- Ella sabe que posee una figura de top model, más es algo tímida o poco cultivada y le ha pasado cada cosa con los chicos, lo que demuestra que ser así no es garantía de éxito. 
- Ella no sabe que tiene un cuerpo agradable, por ello no cree cuando le dicen que es una mamacita y todos quisieran estar con ella. Vive su vida tranquila a veces esquivando a los lobos porque no entiende qué tiene para atraerlos. 

Obviamente las más conocidas son que corresponden a los dos primeros tipos, pero la constante es la belleza física. Después de muchos años, logré aceptar que me agrada como me veo. No es que haga mucho por mi figura, pero por mi salud sí y lo demás viene por añadidura. La pregunta que me asalta (amo esa expresión) es: Si hubiese sido premiada por la genética, ¿qué tipo de rica y apretadita sería? ¿Ello hubiera determinado mi personalidad en un mundo muchas veces regido por las apariencias? 

Oyendo "Can't stop" de Mozella
Speak to me, read my mind

sábado, 22 de mayo de 2010

Curaciones

Y todos los días saco a mi corazón de la caja
lo miro
le quito las viejas vendas
limpio sus heridas con el amor que queda en mi cuerpo
y le pongo nuevas vendas
a la espera de que vuelva a latir
y poderlo poner otra vez en mi pecho

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"Hasta los muros más altos y fuertes pueden ser derribados"

Gracias por escucharme, por verme llorar aunque no me guste que lo hagan, por las palabras, por darme la mano y un abrazo cuando no sabía como pedirlos, pero sobretodo por ser mi amigo a pesar de todo.

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Oyendo "Nothing really matters" de Madonna
Nothing takes the past away like the future

lunes, 3 de mayo de 2010

Una ola

En la playa me golpeó una ola y me dejó dormida. Por meses. Con una idea que me conservó en un sueño que ya no era posible. Sólo soñaba. Hizo el dolor más suave.

Mientras dormía, a mi alrededor la ola se llevaba mi castillo de arena, ese con el que soñaba que aún seguía construyendo. Y yo no sabía nada.

Desperté y me encontré en la playa. Miré a mi alrededor y descubrí que no había castillo, que no había nada. Pero ya ni dolió.

El sonido del mar, ese que me arrulló por meses, que siempre me da calma, ahora es mi mejor soundtrack, mi mejor compañero.

Ya estoy bien. Desperté.

Oyendo "Esfera de cristal" de Cementerio Club
Espíritu de luz, cuán fuerte puedo ser, acaso moriré antes que llegues tú

martes, 30 de marzo de 2010

Noria

Ciertamente estoy aburrida.
Mi voz, sin salir de mí, 
rebota en las paredes de ésta habitación monócroma
rebota y me golpea, me aturde
me hace dormitar por momentos
en los que olvido que sigo aquí, inmóvil
mas luego caigo en cuenta que sólo mi mente quiso emigrar

En las noches es cuando más extraño
más extraño mi sonrisa
que hace meses no es la misma pues es la mitad de cierta
El silencio en mi silencio asusta
distraigo mis ojos y oídos, pero
al final del día sigue el pensamiento inútil
y al día siguiente intento olvidar lo que recordé.

Y todo vuelve a empezar

lunes, 22 de marzo de 2010

Canción tóxica

Abres tu reproductor de música favorito y pones play. Estaba en shuffle y... ay! Suena esa canción que hace mucho no oías, pero te gusta de sobremanera, mas te hace daño oír. Sí, esa es una canción tóxica. La dejas sonando como para martirizarte un rato, un ratito nada más. Ese "ratito" es suficiente para que una avalancha de recuerdos, generalmente tristes, se te vengan encima y no puedas evitar cantar cada parte de esa canción a voz en cuello.

Todos tenemos una canción tóxica. Una que en su momento fue la canción romántica con el novio, que te hacía pensar en él cuando estaba lejos o que ponías cuando estaban juntos para cantarla, pero que ahora oyes y te hace poner cara triste y mirar al vacío por unos segundos. Una que te hace recordar como o porqué terminaron ya que estaba de moda en ese momento. Una que le dedicas, con amor aún o cierto rencor, al susodicho. Sí, la canción tóxica es, parte del soundtrack de tu relación amorosa.

Como olvidar a Bridget Jones cantando afusivamente en la escena inicial de la película. Así tal vez te pones a cantar cuando oyes tu canción tóxica. Tal vez estás en una fiesta, bailando de lo más contento y ponen tu canción tóxica, tu estado de ánimo se va al piso y ruegas que no pongan esa canción o, por el contrario, gritas a voz en cuello dedicando cada palabra.

A continuación, te dejo algunas de mis canciones tóxicas sin orden específico:

"Hay una cosa que yo no te he dicho aún, que mis problemas sabes que se llaman tú"


"Por más que trato de arrancarte de mi ser no puedo, no sé que rayos pasa con mi dignidad"


"Antes de ser parte de mí, antes darte a conocer, tú no eras tú y yo no era yo"


"Si grito cuando debo callar y huyo cuando tú me necesitas más"


"Somos cómplices los dos, al menos sé que huyo porque amo" (En realidad cualquiera de Soda Stereo activa mi memoria emotiva).


"Y recorrer tus entrañas en busca del hijo que no ha de venir" (Y varias más de la época)


Nota: Ninguna herida se abrió durante la redacción de éste post porque le puse silencio al reproductor musical, sino hubiese corrido (más) riesgo mi salud mental.

Oyendo "Radios" de Emmanuel Horvilleur
¿Y dónde están esas radios modernas que pasan esa música que me hace tan bien?
(No siempre nos hacen tan bien)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Causalidad

Yo no creo en el destino. Eso que todo esté escrito, que nací con un camino trazado y así será, no va conmigo. Tampoco soy devota de que "las cosas pasen por algo" (¿qué algo? ¿algo fuera de uno?) porque va por la misma senda, quitando responsabilidad a los implicados. En todo caso por alguien. No estoy en contra de las personas que lo creen, sólo que no es lo que me parece.

Las cosas pasan o no pasan porque uno quiere o no quiere. Así de simple. O por lo menos así lo creo. Uno planifica algo, sigue su plan, su camino, pero éste camino no está libre de cruzarse con otros más. Y no sabes que planeó la otra persona para su camino.

Si bien uno no vive solo en el mundo, y tu camino está a veces a expensas de otros más, ello no significa que no tenga origen esa "coincidencia". Más bien creo que son las decisiones que se van tomando las que modifican y cruzan los caminos. No intuiciones, no corazonadas, no tarot, sino decisiones evaluadas con pros y contras, sean concienzudamente o de forma espontánea.

Hay una escena de "El curioso caso de Benjamin Button" (que es una de mis películas favoritas), en que Daysi, la protagonista, es atropellada. En ella relatan como las decisiones que las personas tomaron en cada segundo de la escena modifican lo que pude haber sido, como se pudo haber evitado el accidente, pero éste ocurre porque las decisiones independientes ya se habían tomado.

Cada uno es libre de creer lo que quiera con respecto a como pasan las cosas en su vida, pero eso de dejarlo todo al viento me parece que te resta importancia. ¿Acaso no tenemos la potestad suficiente sobre nuestras vidas que creemos necesitar a algo que esté más allá de nosotros, restándole importancia a nuestro criterio?

Oyendo "Bitch" de Plastiscines
I'm a bitch in disguise

lunes, 1 de marzo de 2010

Verano y el Sol

28° C. Bajo sombra en casa abres las ventanas, prendes el ventilador, tomas litros de agua y una ducha con agua fría. El Sol brilla inclemente en el cielo. Sales y sientes que te quema la piel y, si olvidaste el bloqueador, es muy probable que regreses a casa con un 'lindo' bronceado no deseado. Te pones lentes de Sol para salir porque el brillo te lastima la vista. Sólo deseas llegar a tu destino y que en el camino no haya un embotellamiento que impida al viento refrescarte.

Durante años mi estación favorita fue el invierno. El frío me hacía sentir viva, que podía abrigarme, meterme a la cama con un chocolate caliente y todo solucionado. Según yo, así la vida era más tranquila. Iniciaba octubre y con él los primeros rayos de Sol que presagiaban esa época que detestaba (sí, en pasado): El verano.

Sudar en exceso, el terrible olor de cobradores y gente en los buses, los carnavales, el bochorno, todo ello hacía del verano la estación más horrible del año. Hasta que descubrí algo: Al Sol. Sí ese que hace que suceda lo antes expuesto, me pone de buen humor y me hace despertar.

Está demostrado científicamente que el Sol tiene muchos beneficios para la salud, desde mejorar nuestra inmunidad hasta fortalecer los dientes. Incluso en invierno le da alegría a esos días grises, con la ventaja de que el calor que produce no quema, evitando la depresión invernal.

En verano vivo y disfruto del Sol, salir con los amigos o conmigo misma a pasear aprovechando cada rayo de Sol, usando sandalias todo el tiempo, andando descalza en casa, tomando duchas heladas interminables, comiendo helados o bebidas heladas, usando los lentes de Sol que tanto me gustan y muchas actividades más. Es vacaciones pues.

Lo curioso es que no me gusta la playa porque siento que no hay opción a refrescarse y el calor me aplasta contra la arena o las piedras. Prefiero el Sol en ciudad, iluminándola y haciendo más brillantes sus colores, aunque al final del día quisiera vivir cerca al mar para ver al Sol irse a alegrar la vida de más personas.

Oyendo "Natural" de Mariel (Me remite al verano)
Y en el horizonte puede verse como la belleza natural, de cálida luz resplandeciente, invade mi voz de Sol y mar

martes, 16 de febrero de 2010

Hogar

'Voy a mi cuarto', le dije a mi hermano al que recién veía desde que llegó de su viaje de quince días a 'su casa'. Noté que hizo una mueca con la boca mientras yo me dirigía a mi habitación. Recordé entonces que esa era la suya hace 16 años. Pensé '¿Ésta aún es su casa?'

Mi hermano mayor se fue, como muchos, a buscar mejor vida en un país con idioma y cultura distinta a la que estaba acostumbrado. Cuando llegó allá, se enteró que la carrera que había estudiado no existía y tuvo que empezar de cero con otra. Ahora es panadero con negocio propio a pesar de los montones de trabas que le ponían las leyes y la xenofobia.

Miré mi cuarto y recordaba como era cuando recién me mudé. Papel tapiz crema con dibujos verdes. A mi mente vino el día en que se fue mi hermano de viaje. Era pequeña y no le hice mayor caso.

Un hogar es un lugar donde te reúnes entorno a algo central, sea el fuego como los cavernícolas, una idea como las reuniones de partidos o una televisión como muchas familias hoy en día. Prefiero la acepción del calor. Ese calor que llevamos a todos lados con nosotros cuando salimos de casa. Ese que nos recuerda que tenemos un lugar dónde volver.

Podemos tener muchas casas, pero un sólo hogar que está dentro de nosotros como una antorcha que llevamos por donde pasamos. Ese calor de hogar, de familia que nos recuerda quienes somos en donde estemos.

Hermano estás en casa, en una de tus casas.

Oyendo "Spiderwebs" de No Doubt
Sorry, I'm not home right now, I'm walking into spiderwebs, so leave a message

sábado, 13 de febrero de 2010

Ciega

Desperté, empecé a desperezarme. Mis oídos estaban alertas a los sonidos de la mañana. Mi madre poniendo la tetera, mi hermana saliendo de la ducha, mi madre sacando las tazas para su desayuno y la voz de mi hermana diciendo 'Buenos días' a mi madre. Luego la puerta de mi garaje cerrándose, señal de que debía levantarme, pero mis ojos no se abrieron.

Lo intenté de nuevo. Nada. Los sobé con mis manos y sentí dureza. Estaban pegados. Me quedé en silencio, escuchando para percibir si mi madre estaba en la cocina aún. Oí el televisor pero nada más. Seguía mi silencio. En eso la puerta de mi cocina. 'Mamá', dije. No obtuve respuesta. '¡Mamá!', alzando más la voz. 'Ay', respondió. 'Ven un rato', dije.

Sentí sus pasos en la escalera despacio. 'Abre', le dije cuando tocó la puerta. Escapó de ella un gemido ahogado. 'Mamá no puedo abrir los ojos y me pican'. Bajó sin decir nada, trajo gasas y manzanilla. Me limpió... o al menos lo intentó, pero seguía sin poder abrir los ojos. Me dolían y tenía mucho calor. Me alcanzó la ropa que usaría ese día según mis indicaciones. Bajamos.

En la cocina mi padre ya esperaba ansioso. Podía sentirlo respirar y dar vueltas en ella. '¡Corancito!', me dijo con su voz angustiada. Ahí empecé a preocuparme. Mi madre fue a cambiarse mientras yo esperaba en la cocina. 'No comas nada, no vaya a ser que necesites que te saquen sangre', dijo mi padre. 'Rayos', pensé yo. Salí con mi madre.

Llegamos a una clínica que está a 5 minutos de mi casa por emergencias. Me sentaron en una silla de ruedas y me llevaron con el doctor (que tenía voz agradable). Sentí que me observaba, anotaba en papeles y pedía análisis. Luego de que se llevaron las muestras, la enfermera me empezó a limpiar de nuevo. Ella tenía voz dulce, como de quien cuida a su hijo. '¿Te duele?', me preguntó, a lo que asentí con la cabeza y contenía las ganas de rascarme los ojos.

Eran como las 11 de la mañana y recién pude desayunar. Mi madre me dio de comer porque seguía sin poder abrir los ojos. Sentía que lloraba, pero las lágrimas se quedaban en mis párpados al principio, para luego escurrirse por los rabillos de mis ojos. Algo lavó las resequedades que no me permitían abrirlos. Me dormí.

Desperté e intenté ver. Nada aún. Seguía supurando. No sabía la hora, no sabía donde estaba, pero por olor supe que continuaba en la clínica. La enfermera se acercó y me dijo que mis padres se habían ido a casa hace unos minutos. Eran las 8 de la noche. Llegó mi hermana con mi mp3. No me emocioné mucho porque el silencio me estaba gustando. Era agradable oír su voz en medio de él.

Me volvieron a limpiar, mientras me explicaban que era una infección que seguro adquirí en la calle. 'Qué raro', expresé. Me habían puesto antibióticos en los ojos e intravenoso. Dolían los párpados y la aguja en mi antebrazo. Dirigí la cabeza a donde creí estaba la ventana y me dormí de nuevo. Así acabó mi viernes.

Sábado. Me despertó mi mamá y quise abrir los ojos, pero apenas noté algo de luz de la mañana. Ya ni lloré. Sólo me quedé echada esperando el desayuno mientras la enfermera me limpiaba otra vez. Ese día me la pasé dormida porque le dije a la enfermera que me dé algo para dormir. No quería intentar abrir los ojos otra vez por buen rato.

Domingo. Mi voluntad estaba algo golpeada, pero aún así lo intenté. Se abrieron mis ojos despacio. Escocían, dolían, la luz molestaba. 'Fotofobia', dije y los cerré mientras empezaban a lagrimear. Llamé a la enfermera y me dijo que eran las 9 de la mañana. Mientras desayunaba apareció el doctor. Curiosa abrí los ojos porque recién lo veía. Era guapo. La enfermera no tanto, pero tenía una sonrisa que calmaba. Me limpiaron otra vez, llegaron mis papas y me dieron de alta. Llegué a mi casa. Mi habitación estaba con la cama tendida. Sabía que mi hermana lo había hecho. Comí y dormí intranquila.

El lunes abrí los ojos por ratos y veía borroso. Me miré al espejo y estaban rojos. Eché las gotas y dormí. Me indicaron descanso y descansé. Para el miércoles el dolor casi no se sentía, pero la luz molestaba aún. Y con el jueves llegó el chequeo médico. 'Puedes realizar tus actividades normales, sin exponerte mucho a la luz ni cansar la vista', dijo el doctor. Llegué a casa, dormí y prendí la computadora a las 12 del día con lentes de Sol puestos.

Me decepcioné de varios. Ello me hizo pensar en lo convenida que puede ser la gente. Mientras estás bien, todos ahí. Si no, ni te recuerdan. Notar y asumir esto fue casi tan triste como los días enferma. Estuve ciega con respecto a muchos 'amigos'. Recordé a Saramago y 'Ensayo sobre la ceguera' (y la película casi tan buena como el libro).


Oyendo "Bathwater" de No Doubt
You and your museum of lovers

martes, 12 de enero de 2010

Frases

A continuación algunas frases que escribí en momentos de ocio

- Me voy dejando llevar, dibujando la paciencia por ahí.
- Y la vida sigue como siguen los días.
- Las palabras tienen poderes tan distintos como humanos hay.
- No te acostumbres. Todo puede cambiar en cualquier momento.
- Las preguntas se van olvidando. Los momentos también.
- Me diste la caja donde guardar los recuerdos y la arrojaste lejos.
- Enfermedad y remedio de la misma fuente.
- Y en mi intento de ser quien tú querías que sea, me fui infiel a mí misma.
- Sólo debo convencerme a mí misma de lo que soy.

Oyendo "Pruébamelo" de Gloria Trevi
No se puede no, comprar y engañar a mi corazón con frases hechas para el montón