miércoles, 17 de marzo de 2010

Causalidad

Yo no creo en el destino. Eso que todo esté escrito, que nací con un camino trazado y así será, no va conmigo. Tampoco soy devota de que "las cosas pasen por algo" (¿qué algo? ¿algo fuera de uno?) porque va por la misma senda, quitando responsabilidad a los implicados. En todo caso por alguien. No estoy en contra de las personas que lo creen, sólo que no es lo que me parece.

Las cosas pasan o no pasan porque uno quiere o no quiere. Así de simple. O por lo menos así lo creo. Uno planifica algo, sigue su plan, su camino, pero éste camino no está libre de cruzarse con otros más. Y no sabes que planeó la otra persona para su camino.

Si bien uno no vive solo en el mundo, y tu camino está a veces a expensas de otros más, ello no significa que no tenga origen esa "coincidencia". Más bien creo que son las decisiones que se van tomando las que modifican y cruzan los caminos. No intuiciones, no corazonadas, no tarot, sino decisiones evaluadas con pros y contras, sean concienzudamente o de forma espontánea.

Hay una escena de "El curioso caso de Benjamin Button" (que es una de mis películas favoritas), en que Daysi, la protagonista, es atropellada. En ella relatan como las decisiones que las personas tomaron en cada segundo de la escena modifican lo que pude haber sido, como se pudo haber evitado el accidente, pero éste ocurre porque las decisiones independientes ya se habían tomado.

Cada uno es libre de creer lo que quiera con respecto a como pasan las cosas en su vida, pero eso de dejarlo todo al viento me parece que te resta importancia. ¿Acaso no tenemos la potestad suficiente sobre nuestras vidas que creemos necesitar a algo que esté más allá de nosotros, restándole importancia a nuestro criterio?

Oyendo "Bitch" de Plastiscines
I'm a bitch in disguise

No hay comentarios: