Nunca lo verás ni sabrás. Desde hoy me pondré en piloto automático. Seré una carcaza de la realidad. Una pequeña Yo dominará mis actos. Una que me haga sonreír, bailar, hablar, conversar, vivir de la manera más amena y divertida, aunque por dentro siga sangrando y preguntándome ¿Por qué dejaste de quererme cuando más te quería?
Si te encuentras con esa Yo, posiblemente te salude, pero en verdad lo único que seré será una máscara para que no veas como sufro, como lloro aún y como te odio por dejar de quererme. Golpearé mi interior con mis gritos y lo inundaré con mi llanto, pero tú solo verás que sonrío con otra gente. Contigo ya no tengo ganas de sonreír, ganas de nada.
No sé como puedes ser tan frío y de la nada decirme eso. “Yo también lo pasé” pero tú eres hombre, ¡estúpido! No sé quién eres y ahora tú tampoco sabrás quien soy, porque la Yo Real estará tras la carcaza de mí. Seré hipócrita, falsa, así tal vez algún día me crea esa mentira de que se puede ser feliz. Ese dolor de panza que me produces espero se vaya pronto, igual me queda el antiácido para matar el recuerdo… ¿queda algún recuerdo? Acabo de notar que no queda nada. “Mejor así”, responde la Yo Real.
Oyendo "Giggling again for no reason" de Alanis Morissette (Ando medio Alanis estos días)
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